La sordera infantil hereditaria ha sido un desafío
persistente para la medicina moderna, afectando significativamente la calidad
de vida de muchos niños alrededor del mundo. Sin embargo, recientes avances en
terapia genética están abriendo nuevas puertas de esperanza para estas
familias.
Investigaciones recientes han demostrado que la terapia
genética podría ser la clave para restaurar la audición en niños con pérdida
auditiva causada por mutaciones genéticas, como la variante del gen OTOF. Esta
terapia innovadora utiliza un virus inactivo para introducir copias funcionales
del gen OTOF en el oído interno, permitiendo que las células auditivas
produzcan la proteína otoferlina esencial para la audición.
El impacto de esta terapia ha sido notable. En estudios
clínicos, niños que antes no respondían a estímulos auditivos comenzaron a
reconocer sonidos simples como su nombre y, en algunos casos, incluso a hablar
palabras tras recibir el tratamiento. Por ejemplo, una niña británica, Opal
Sandy, que nació sorda, ahora puede escuchar sonidos suaves como un susurro
después de recibir la terapia genética poco antes de su primer cumpleaños.
Los resultados preliminares del ensayo clínico, que se lleva
a cabo en varios países incluyendo Reino Unido, Estados Unidos y España,
muestran que la terapia no solo es efectiva, sino que también podría evitar la
necesidad de implantes cocleares u otras tecnologías invasivas en el futuro.
Esta innovación es especialmente prometedora para niños pequeños, cuyo cerebro
aún está en una etapa de plasticidad que favorece la adaptación a nuevos
estímulos.
El Dr. Manohar Bance, uno de los investigadores principales,
destaca la importancia de intervenir lo antes posible: "Cuanto antes
podamos restaurar la audición, mejor para todos los niños porque el cerebro
comienza a cerrar su plasticidad después de los tres años
aproximadamente".
Los avances en terapia genética para la sordera infantil
ofrecen una perspectiva emocionante para el futuro de la medicina regenerativa.
Expertos confían en que estas investigaciones no solo beneficiarán a niños con
pérdida auditiva hereditaria, sino que también podrían extenderse a otros tipos
de sordera profunda, transformando la vida de muchas familias alrededor del
mundo.
En resumen, la terapia genética emerge como una luz de
esperanza para aquellos afectados por la sordera infantil hereditaria,
prometiendo no solo mejorar la calidad de vida de los pacientes, sino también
transformar el paradigma del tratamiento auditivo en la infancia.
Este emocionante avance será presentado en la Sociedad
Estadounidense de Terapia Génica y Celular en Baltimore, EE.UU., destacando el
potencial transformador de la ciencia en la vida cotidiana.
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